lunes, 23 de agosto de 2010

Lisboa

En éstos días iluminados por el sol, el viento acariciaba mi rostro mientras ascendía y descendía por calles laberínticas y serpenteantes. He caminado por una ciudad cansada de tantas de rotas que intenta levantar cabeza, he jugado a caballeros en un castillo, he paseado por calles pintadas de colores, he nadado en el Atlántico, me he perdido en el claustro de un monasterio, he sido encerrado en las mazmorras de una torre, he caminado entre iglesias y catedrales, me he enfadado, he reido, me he cansado, he escalado calles inalcanzables, he visto fachadas llenas de ropa ondeando cual banderas en el viento, pero sobre todo, he disfrutado.

(Como no he conseguido deciridrme por ninguna de las fotos, ya que no consigo decidir cuál representaría mejor el texto, os lo dejo a vuestra imaginación a los que no hayáis ido.)

1 comentario:

Anto dijo...

¡Yo quiero ir! :)

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