martes, 25 de mayo de 2010

Hablemos de privacidad. Hablemos sobre Facebook


Últimamente, parece que, por lo que he leido en los periodicos gratuitos matutinos, se ha reabierto el debate sobre Facebook y su politica de privacidad.
He escuchado muchas historias acerca de Facebook, de las cuales algunas me parecen dudosas e inciertas. He oido que pueden usar tus imagenes para hacer publicidad sobre la pagina de redes sociales y para cualquier otro fin, tambien he oido que en un futuro no muy lejano los altos mandos podran acceder a tus datos y observar tu cuenta de Facebook, por lo que las entrevistas de trabajo perderan gran sentido, etc. Pero de lo que se ha hablado mas ultimamente es sobre los fallos que esta teniendo la web. Hace una semanas fallo el chat, y el usuraio podia acceder a los chats de otros amigos, hace unos dias por un fallo de la pagina se enviaron los datos de los usuarios que pinchaban en la publicidad, y hasta he oido decir que debido a fallos de Facebook han podido acceder a la cuenta de otro usuario. Han sido errores graves, por supuesto, que nos hacen replantearnos el hecho de seguir utilizando dicha pagina.

A pesar de las criticas recibidas, Facebook es la pagina de redes sociales mas popular del mundo con unos 10 millones de usuraios en España y unos 400 millones de usuarios en todo el mundo. Entonces yo me pregunto, si la gente esta tan encontra y se preocupa tanto por su privacidad porque crean un perfil en la pagina? ¿O por que no lo borran en el caso de ya tenerlo?

Vivimos en un mundo en el que todos luchamos por nuestra intimidad, pero al mismo momento gritamos a voces lo que hacemos o pensamos en cada momento ya sea via Facebook, Twitter u otra red social. ¿A quien no le ha pasado que un amigo supiera que estabas de cañas el domingo por leerlo en tu estado de Facebook?

Nos empeñamos en responsabilizar a los demas de nuestra privacidad y deberiamos empezar por preocuparnos y responsabilizarnos nosotros mismos de ella, ya que si no lo hacemos nosotros ¿quien lo hara? Nos preocupa lo que pueda hacer Facebook con nuestros datos, pues aqui doy una solucion bien sencilla: no tengais Facebook, o eliminar vuestro perfil. Nos preocupa lo que pueda ver la gente de nosotros en nuestra pagina, pero olvidamos que somos nosotros los que subimos las fotos y los que decidimos libremente que informacion damos. No estoy defendiendo a Facebook, ya que ultimamente a cometido errores garrafales, simplemente digo que no entiendo a que viene tanta queja, cuando al darle al boton de aceptar nadie pierde el tiempo en leer las condiciones que estamos aceptando, al darle a ese boton sabemos a que nos atenemos; a estar expuestos en mayor o menor medida a los demas. Solo pido que reflexionemos. Estamos en todos nuestro derecho de pedir privacidad en la informacion de datos, pero luego somos los primeros en publicar todo en esas paginas de redes sociales y en acceder a ella. Lo cual me genera una nueva pregunta: ¿Debemos eliminar Facebook de nuestras vidas si queremos privacidad? O simplemente con ser cuidadoso es suficiente?
Todavia no estoy seguro de cual seria la respuesta adecuada a esta pregunta...

PD: Perdonad la falta de accentos pero el ordenador se niega a dejarme ponerlos y he desistido en la lucha por hoy.

domingo, 2 de mayo de 2010

Delitos de amor

Mientras exhalaba el humo de su cigarrillo observaba su café todavía intacto.
Tras varias horas de esperar a nadie, se levató y abandonó la vieja cafetería, solitaria, vencida por el paso del tiempo, se dió la vuelta y pudo ver el cansáncio, la tristeza y la desesperación dibujados en su cara; pero aún así tenía la certeza de que mientras vivieran aquéllos clientes de toda la vida ella seguiría existiendo.
Se dirigió hacia ningún sitio por aquella pequeña calle, llena de recuerdos en venta. Fue a dar a una plaza antigua, circular, con una fuente redonda en el centro. Cerró los ojos, se sacó una duro, le dio la espalda a la fuente y abandonó a aquella pequeña moneda llena de deseos y esperanzas a su suerte. El duro se hundió en el agua hasta tocar el fondo, y con él se hundieron sus sueños.
En un rincón de la plaza había un viejo ciprés que parecía haberse escapado de un cementario, y justo al lado un banco que soportaba impasible los arrmuacos de una joven pareja deseosa de amor.
Siguió andando por los callejones, y tras varias horas, que quizás fueron minutos, de pasear por los callejones laberínticos de aquella ciudad, se detuvo sin darse cuenta y sin saber como delante de una antigua libreria. Al lado de uno de los aparadores escondido entre los libros se dejaba ver un tímido cartel del tamaño de una tarjeta de visitas.
Entró a la tienda y preguntó al librero por aquél libro. Un hombre misterioso se lo entregó, y con ademán nervioso, como si tuviera ganas de que aquél libro abandonara su pequeña librería, se lo regaló.
La novela abandonó aquella pequeña tierra santa y por fin se sintió liberada. Él no pudo resistir la tentación de leer así que se dirigió a su casa a toda velocidad.

Dicen que estuvo siete días y siete noches sin dormir, otros dicen que estuvo un mes desaparecido y los más fantasiosos dicen que estuvo cincuenta años vagando por un mundo imaginario y que cuando regresó el tiempo no había causado estrago alguno en su piel. Pero en lo que si todos coinciden es, en que cuanto terminó el libro, nunca más volvió a ser el de antes...


(Podéis leer mas microrelatos mios en http://www.cuentosenmovimiento.blogspot.com)