domingo, 3 de abril de 2011

Someone like you

Ayer la cantante británica Adele actuó en la sala "La Riviera" y puedo decir que fui uno de los afortunados que pudo asisitir al concierto.

La verdad, es que es difícil decir algo que no se haya dicho ya de Adele. Bueno, lo peor del concierto fueron los teloneros, eso si, cantaban muy bien y las canciones eran bonitas, eso no lo niego, pero para un domingo en una cocktelería con sillones como música de fondo, no para un concierto, pero bueno no estuvieron demasiado rato en el escenario, encendieron de nuevo las luces, los técnicos lo recolocaron todo y al fin llegó el momento.


Se apagarón las luces y sonaba el piano, llenando el ambiente de magia y de repente se oye una preciosa voz que nadie sabía de donde procedía, hasta que entró Adele mientras entonaba el estribillo de "Hometown glory", ya solo con eso lleno el ambiente de magia, y aquello no hizo más que empezar, porque a partir de ahí nos mantuvo a todos en vilo, llenos de emociones, llavándonos hacia los sentimientos que ella quería, pasabas de la emoción, de los ojos llorosos, al subidon de buen rollo que provocaron canciones como "I'll be waiting", "Set Fire to the Rain", "Rumour Has It" (canción que particularmente me encanta).
Todo muy cuidado. Con una tela blanca como único decorado que iba variando de color según la iluminación, que por cierto, debo decir que llevaba una gran iluminación, y que decir de los músicos.
Quizás lo que lo hizo todavía mejor fue lo humana, sencilla y simpática que fue ella. Hubo momentos como cuando canto "Lovesong", y otros momentos muy intensos con la mayoría de baladas desgarradoras que tiene de las cuales partícular me encantan y casi me hacen llorar "Don't you remember" y "Turning Tables".
Algunas canciones de su anterior álbum "19" también tuvieron cabida "Chasing Pavements" que no podía faltar, y "My Same". Y un moomento muy divertido cuando cantó una versión de "If It Hadn't Been for Love".
Y el concierto avanzaba y llego otro de los momentos más mágicos cuando cantó "Make you feel my love", y cuando finalizó la canción abandonó el escenario dejándonos con las emociones a flor de piel, y cuando pensabamos que ya no nos podría emocionar más salió con una guitarra y empezó a cantar "Someone like you", para dejar la guitarra y retomarla con el piano, no tengo palabras, IMPRESIONATE. Y para terminar, el colofón final "Rolling in the deep", para dejarnos con mejor sabor de boca aún si es que era posible.


Puedo decir que nunca nadie me ha emocionado tanto como lo hizo Adele anoche, y tan solo de recordarlo todavía se me eriza el bello y se me ponen los ojos vidriosos. No es solo la gran voz que tiene, sino como transmite, como te hechiza y te acerca a sus sentimientos, te hace revivir momentos y te emociona. Espero que ésta chica siga así, y poderla ir a ver muchas veces más, porque si ya me gustaba antes de verla en directo, ahora puedo decir que estoy enamorado de Adele.